Hacia la mitad de la calle Libreros nos encontramos con la plaza conocida como "Patio de Escuelas", data de principios del XVII. Es este patio, en su conjunto, un espacio armonioso en cuanto a proporciones y uno de los lugares más bellos y visitados de la ciudad. En el centro nos topamos con la efigie del que fuera profesor de la Universidad, Fray Luís de León
De todos los edificios que la forman el más importante es la fachada de la Universidad, siglo XVI. Contemplando este bordado en piedra (que más parece obra de orfebres plateros que de canteros, -y de ahí el nombre del estilo al que pertenece, Plateresco-), esa fachada estandarte, ese tapiz bordado, uno no debe dejar de observar también la cara de admiración de las personas que por primera vez ven tal maravilla. La escena es casi idéntica siempre; "buscan la rana", pues nadie puede marcharse sin verla. Ya en vida de D. Miguel de Unamuno debía ser cotidiana, pues hizo exclamar al Rector: "No es malo que vean la rana, sino que no vean más que la rana".
Texto de nuestro buen amigo: Pedro Sánchez Gómez.