Una vez al año y por sólo unos días en el corazón de Extremadura: El Valle del Jerte, ve como sus colinas aparecen nevadas de flores blancas. La floración de un millón de cerezos convierte este espacio en un paraíso teñido de blanco.
Cuando empiezan a desaparecer las nieves de las cumbres, otro blanco se extiende por sus laderas, el blanco puro y aromático de la flor del cerezo. Este milagro es uno de los mejores regalos que la naturaleza nos puede ofrecer cada año.
Cuando empiezan a desaparecer las nieves de las cumbres, otro blanco se extiende por sus laderas, el blanco puro y aromático de la flor del cerezo. Este milagro es uno de los mejores regalos que la naturaleza nos puede ofrecer cada año.
Impresionante... e inolvidable!
ResponderEliminarYo visité el valle hace un montón de años. Ahora que vuelvo a vivir en Salamanca tengo que volver.
ResponderEliminarBeautiful photographs Villa.
ResponderEliminarMuy bonito reportaje.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Villa por compartirlo! siempre he querido ir a verlo en primavera y por unas cosas o por otras...nada. Bellas fotos, un abrazo!
ResponderEliminarvery nice you transpose spring!!
ResponderEliminarPrecioso lugar!
ResponderEliminarUn saludo
Vietnamitas en Madrid